Cómo crear tu rincón de lectura con lo que ya tienes

 La maternidad nos cambia la vida de muchas maneras. Nos obliga a ir más despacio, a valorar lo simple y a redescubrirnos entre rutinas y desorden. En medio del caos cotidiano, encontrar un espacio para ti (aunque sea un pequeño rincón de lectura) puede ser un acto profundo de autocuidado.

No necesitas comprar nada nuevo ni esperar a tener "el momento perfecto". Solo necesitas mirar lo que ya tienes con ojos de calma.


1. Observa tu hogar con otros ojos

    A veces estamos tan acostumbradas a nuestros espacios que dejamos de verlos. Mira tu casa como si fueras una invitada: ¿hay una esquina tranquila, cerca de una ventana, tal vez eses sillón que siempre usas para amamantar o arrullar? Ese puede ser tu rincón.


2. Elige lo esencial: comodidad y luz

    No necesitas un sillón de diseño ni una lámpara carísima. Un cojín mullido, una manta suave, una silla que ya tengas.. La clase está en la intención. Si puedes ubicarte cercad de una fuente de luz natural, mejor. Si no, una lámpara de pie o una mesita con luz cálida bastan.


3. Añade tus libros (sí, esos que ya tienes)

    No hace falta tener una gran biblioteca. Reúne algunos libros que te inspiren, que hayas leído y amado o que estén en tu lista de pendientes. Puedes colocarlos en una caja de madera reciclada, una repisa baja. Lo importante es que estén al alcance y te inviten a abrirlos.

Y entonces me di cuenta: leer también era una forma de volver a mí

4. Involucra a tus hijos, si quieres

    La maternidad no siempre nos da mucho tiempo a solas, y eso está bien. Puedes invitar a tus hijos a crear su propio rincón de lectura contigo. Ellos con sus cuentos, tú con tus libros. Compartir el silencio y las historias también es una forma de conexión.


5. Hazlo tu refugio diario (aunque sea por 10 minutos)

    La vida lenta no significa tener todo bajo control, sino estar presente. Dedicarte 10 o 15 minutos al día para leer, respirar y reconectar contigo es un regalo. No lo subestimes.


Crear tu rincón de lectura no se trata de decoración, sino de intención.

De decir: "Yo también soy importante"

De cultivar la calma en medio del ruido.

De recordar que una madre también es una mujer que sueña, piensa y se nutre de palabras.


Y tú, ¿ya tienes tu rincón?

Comentarios